Cultura Impopular

El blog de Espop Ediciones

miércoles 8 de julio de 2009

El reverso de la historia

Hoy, por gentileza de Eduardo Guillot, tenemos en Cultura Impopular una entrevista con Legs McNeil, coautor de El otro Hollywood y de Por favor mátame, la historia oral del punk. La entrevista aparece publicada este mes en el número de 275 de la revista Rockdelux y Eduardo nos la ha cedido generosamente para que podáis leerla también aquí.


Legs McNeil. Foto: Zoozoom.

LEGS MCNEIL: FIJACIÓN ORAL
Toda historia oficial tiene su reverso. O, al menos, su paralela versión secreta. Al mismo tiempo que en el cine norteamericano se operaba la revolución estética e ideológica que Peter Biskind se ha encargado de relatar en Moteros tranquilos, toros salvajes, surgía una nueva industria cinematográfica, la del porno. “Me di cuenta de que la historia del género era realmente interesante, y que nadie se había introducido seriamente en el tema”, comenta vía telefónica Legs McNeil para explicar la génesis de El otro Hollywood. Una historia oral y sin censurar de la industria del cine porno (Es Pop Ediciones, 2008), un libro escrito en colaboración con Jennifer Osborne y Peter Pavia que se adentra en los entresijos del cine para adultos hilvanando su historia a través de las declaraciones de sus protagonistas directos: mayoritariamente, actores y directores, pero también agentes de la ley y miembros del crimen organizado. “Todo el mundo colaboró sin problemas, desde la gente de la mafia hasta los agentes del FBI. Eso sí, muchos no quisieron hablar con nosotros hasta que supieron cuánto sabíamos ya. Entonces aceptaban sin problemas. Tenían claro que no les iban a hacer las mismas preguntas de siempre sobre la industria del porno. Fue divertido ir de unos a otros comprobando los hechos”.
Como en toda historia oral, McNeil y sus colaboradores se limitan a ordenar la ingente cantidad de material resultante de los centenares de entrevistas realizadas, poniendo al descubierto contradicciones y versiones dobles, pero sin intervenir de manera directa, aunque el autor tiene una opinión muy clara sobre el porno. “Como en cualquier otra disciplina, sean artículos de prensa, shows de televisión o bandas de rock and roll, el 99% es basura, pero hay un 1% que realmente vale la pena. Si lo sitúas en el contexto actual, en que todo es bastante cutre, no creo que sea diferente de cualquier manifestación artística. Todo se hace por dinero y sólo unos pocos, como John Stagliano o Rocco Siffredi, han convertido el porno en una forma de arte”.


Legs McNeil, Peter Pavia y Jennifer Osborne. Foto: Justin Makler.

McNeil abordó la tarea que supone confeccionar un libro como El otro Hollywood sabiendo el terreno que pisaba. Años atrás, había utilizado el mismo método en Por favor, mátame: La historia oral del punk (Discos Crudos, 2008), escrito junto a su novia, Gillian McCain. “Fue un trabajo duro y complicado. Cuando lo estaba haciendo, nadie más pensó que fuera una buena idea. Y mucha gente que no tenía ni idea me dijo que era un esfuerzo inútil, porque los punks no leen. Quince años después de su publicación, el libro sigue vendiéndose en todo el mundo. Pero bueno, fue lo mismo que me dijeron sobre el porno, y lo hice de todos modos. No tenía que pedir permiso a nadie”.
En ambos casos era la persona idónea para afrontar una tarea de tal magnitud. A mediados de la década de los setenta, en Nueva York, McNeil había sido el fundador, junto al ilustrador John Holmstrom (busquen su firma en las portadas de los discos de Ramones Rocket To Russia y Road To Ruin) de un fanzine denominado Punk, un término que terminaría englobando el movimiento musical surgido en torno a los clubs CBGB y Max’s Kansas City. “Fue una idea estúpida. No había revistas sobre los nuevos grupos porque no le interesaban a nadie. Por aquel entonces, se llamaba punks a los presidiarios que eran sodomizados por otros convictos, y a los grupos no les gustaba el término, porque carecía de atractivo comercial”.
En cuanto a su relación personal con el porno, McNeil figura como guionista de Public Affairs (Tony English, 1998) y Una madura insaciable (Still Insatiable, Veronica Hart, 1999). “Era divertido escribir los guiones. Sólo tenía que poner en el papel mis fantasías para que las hicieran otros. Quien me introdujo en ese mundo fue Jane Hamilton, que solía actuar en los años setenta y primeros ochenta bajo el seudónimo de Veronica Hart. Yo no quería abordar el porno como periodista, sino como uno más del gremio, porque sabía que todo el mundo estaba harto de los tipos que se dedican a husmear para hablar de sus aspectos más sórdidos. Eso no me interesaba”.


Joey Ramone y un joven Legs McNeil. Foto: Tom Hearn.

También existía un proyecto para llevar al cine Por favor, mátame, que habría dirigido Mary Harron (I Shot Andy Warhol, American Psycho), quien también vivió en primera persona los turbulentos años de esplendor de la escena rock del Bowery. “Se canceló. Nunca llegamos a ver el contrato. Que les jodan. Es un asunto desagradable. No volveré a escribir un guión para la gran industria en toda mi vida”.
Cuando mira hacia atrás, Legs McNeil no siente nostalgia. “Añoro a los amigos que han muerto, que son la mayoría, pero no echo de menos aquella época, porque entonces estábamos todos en la ruina, nadie tenía un duro. Era todo muy cutre, vivíamos como vagabundos, aunque ahora parece que fuéramos creadores de tendencias. Lástima que tanta gente ya no esté entre nosotros. Cuando me puse a trabajar en El otro Hollywood, mi editor me dijo que no sería un best-seller, pero que nunca dejaría de venderse. Y creo que tenía razón. Acaba de morir Marilyn Chambers, y mucha otra gente que aparece en el libro también ha fallecido, así que, en mi opinión, cada vez es un texto más valioso. Pasa lo mismo con el rock, y esa es la parte triste de hacer este tipo de libros: he visto morir a mucha gente de la escena punk y del mundo del porno de los setenta a los que consideraba mis amigos”.
Eduardo Guillot


Marilyn Chambers.

Y ADEMÁS, EN EL QUIOSCO…
Este mes, entrevista también con Mick Mars en el número 429 de Popular 1. Emilio R. Cascajosa define El otro Hollywood como «el tocho con el que el señor Legs McNeil cumplió su objetivo de dar voz a la industria del cine X con una concienzuda maniobra de periodismo activo; un estuario de casi setecientas páginas donde desembocan ríos de flujos corporales, drogas y sueños truncados» en su reseña para Ruta 66. Y en el último Mondo Sonoro, Joan S. Luna resume Los trapos sucios de la siguiente manera: «Si aún existe quien considera a las bandas de sleazy angelino de los ochenta una panda de maricas, está claro que es porque nunca se ha atrevido a leer Los trapos sucios, sin duda uno de los libros indispensables para adentrarse en un auténtico universo de «sexo, drogas y rock’n’roll». De todo, encontrarán aquí, en grandes cantidades y bien revuelto, resumiendo un estilo de vida realmente salvaje». Más al grano, imposible.

En la prensaEntrevistas , , 2 comentarios

2 comentarios

  1. Mola, gracias por compartirlo.

  2. Gracias a ti por esos enlaces, tío berni
    ;-)

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Para mí el sexo es una utopía, no sólo un negocio.
Nina Hartley, El otro Hollywood
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