El inconveniente de tener dos cabezas
Me fastidia tener últimamente el blog tan abandonado, pero como suele pasarme todos los años en los dos o tres meses anteriores al verano, me ha caído encima una lluvia de encargos «de última hora» que no me deja demasiado tiempo para nada más. Aprovecho una rápida pausa para ofreceros al menos un pequeño y curioso anticipo de uno de esos trabajos. Aunque aún no puedo dar demasiados detalles, se trata de una recopilación de cuentos entre los que se cuenta «El inconveniente de tener dos cabezas», un relato ilustrado de G. K. Chesterton que ha hecho que me acordase de No me dejes nunca, aquel tebeo de Jason en el que Hemingway, Scott Fitzgerald, James Joyce y Ezra Pound eran dibujantes de cómic en vez de escritores. No es que a Chesterton se le hubiera podido llegar a considerar ni en el mejor de los casos un historietista, pero sí que demostró tener evidentes aptitudes para el dibujo, lo que ha hecho que me plantee: ¿cómo habría cambiado la percepción general del público acerca de los tebeos si más autores reputados hubieran aunque sólo fuera tonteado con el medio? Aquí os dejo, a modo de muestra, cuatro páginas de este curioso trabajo del autor de El hombre que fue jueves pero no dibujante de cómics. Las imágenes se amplían pinchando sobre ellas.