A las puertas del infierno
Llevo toda la semana obsesionado con Lamparetes, el nuevo disco de Antònia Font. Y cuando digo obsesionado no lo digo en plan retórico ni porque me guste exagerar, sino porque cuando unas cuantas melodías se te meten en el cuerpo a nivel subcutáneo y se pasan el día viajando entre las neuronas y la lengua, irrumpiendo en los momentos más inesperados, mientras haces cola para la caja del supermercado o sorbes un potaje de garbanzos, no se me ocurre otra definición más adecuada. Es como una infección contagiosa que viaja directamente del equipo de música al cerebro. Una sensación poco menos que de dependencia que te obliga a pulsar repetidamente el replay y a ponerte pesadísimo con todo el mundo alabando las excelencias del disco en cuestión. Así pues, porque no puedo evitarlo, ahí va mi canción favorita de Lamparetes (y para mi gusto uno de los mejores temas que han grabado los Antònia Font en toda su carrera) acompañada de la letra en mallorquín y en castellano.
ICEBERGS I GÈISERS
Jo l’enyor com segles de glaceres solitàries
davallant mil·límetres cap als oceans (icebergs),
molt abans que habitassin sa Terra es éssers humans,
no hi havia ningú per mirar-les, només crustacis i algues (icebergs).
Jo l’enyor com el Titànic, com si m’haguessin tallat els collons
mil elefants en estampida que se m’enduen sa vida.
Som davant ses portes de l’infern,
m’és igual la mar infinita navegant a dins sa fosca,
som a ses portes de l’infern per tu i tenc plans de futur.
Jo l’enyor com segles de glaceres solitàries
davallant mil·limetres cap als oceans (géisers),
un piano caient de s’Empire State (Building),
era tonta i rosseta, segons s’al·lot, sa jugueta.
Som davant ses portes de l’infern,
plataformes de petroli amb diàmetres enormes,
Som a ses portes de l’infern per tu i tenc plans de futur.
Som davant ses portes de l’infern,
rodejat de flamarades molt amunt a dins ses ombres,
som a ses portes de l’infern per tu i tenc plans de futur.
ICEBERGS Y GÉISERES
Yo la añoro como siglos de glaciares solitarios
bajando milímetros hacia los océanos (icebergs)
mucho antes de que habitaran la Tierra los seres humanos,
no había nadie para mirarlos, solo crustáceos y algas (icebergs).
Yo la añoro como el Titanic, como si me hubieran cortado los cojones
mil elefantes en estampida que se me llevan la vida.
Estoy delante de las puertas del infierno,
me da igual la mar infinita navegando por dentro de la oscuridad,
estoy a las puestas del infierno por ti y tengo planes de futuro.
Yo la añoro como siglos de glaciares solitarios
bajando milímetros hacia los océanos (icebergs)
un piano cayendo del Empire State (Building)
era tonto y rosadito, según el niño, el juguetito.
Estoy delante de las puertas del infierno,
plataformas de petróleo con diámetros enormes,
estoy a las puestas del infierno por ti y tengo planes de futuro.
Estoy delante de las puertas del infierno,
rodeado de llamaradas muy arriba entre las sombras,
estoy a las puertas del infierno por ti y tengo planes de futuro.
El resto del disco es igual de espléndido, y consigue la extraña hazaña de ser el más barroco y atrevido de su carrera y, a la vez, quizá el más accesible. Según contaba Joan Miquel Oliver en una entrevista con la agencia ACN: «Cada vez nos abrimos más puertas. Cada vez el público nos abre más puertas aceptando nuestras rarezas. Cualquier cosa me sirve para componer y en este caso pensé en los pioneros, en los descubridores, en exploradores. Que en la actualidad pueden ser, yo que sé, artistas o gente como Clint Eastwood, que ha hecho una carrera en la que está demostrando que cada vez es mejor, está demostrando que eso de la juventud es como una especie de mito que está sobrevalorado». Clint Eastwood es, precisamente, el protagonista y título del primer single de este Lamparetes, y aquí está su vídeo.
· Pincha aquí para ver las fechas de la gira de presentación de Lamparetes, que comienza mañana en Palma de Mallorca.