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El blog de Espop Ediciones

jueves 4 de marzo de 2010

El hombre de las portadas de acero

Bueno, pues siguiendo con la ya tradicional costumbre de destripar un poco el proceso de diseño de cada una de las portadas de los libros que vamos publicando (¡menos mal que tampoco son muchos!), hoy le llega el turno a la del primer número de la nueva colección Es Pop Narrativa: Acero, de Todd Grimson. Una portada a la que, por cierto, le tengo un especial cariño, no sólo por ser la primera que me animé a diseñar en solitario, sino porque además contribuyó a que mis socios en esta aventura, la buena gente de Valdemar, empezaran a ver la propuesta con otros ojos. Y es que, claro, una cosa es hablar en abstracto y otra muy distinta tener algo que marca la línea del producto ya en la mano. ¡A pesar de que el producto ni siquiera exista! (el primer boceto de los que veréis aquí se hizo antes incluso de haber comprado los derechos de Acero; y cuando digo «antes» me refiero como a un año antes). Pero volvamos al principio. Recordaréis que hará un par de meses os comentaba que mi amigo David Muñoz había dirigido un cortometraje titulado El último día (que podéis ver aquí). Aprovechando que la protagonista del corto, Ana Villa, salía en un par de escenas maquillada de vampira, y también su buena disposición, tiré de cámara y le saqué una buena tanda de fotos. Si tenéis curiosidad, podéis ver una selección de dichas instantáneas aquí, pero mi favorita, en cualquier caso, es esta:


Justo por aquel entonces acababa de leer Acero, un título que me habían pasado precisamente desde Valdemar para ver si se adecuaba a su colección de narrativa gótica. Y lo cierto es que no era el caso; Acero era demasiado contemporáneo, demasiado posmoderno y demasiado referencial como para justificar su inclusión junto a clásicos como Stoker y Lovecraft o incluso autores más recientes como William Hjortsberg y Shirley Jackson. Sin embargo, aquellas mismas características lo hacían perfecto para Es Pop. La idea de lanzar una colección de libros de narrativa contemporánea me llevaba rondando desde el primer día, aunque por el momento parecía quedar lejos de mi alcance. Pero de repente allí teníamos aquel título, perfecto para presentar una colección que yo no podía editar solo y, en mi opinión, equivocado para las líneas ya establecidas por Valdemar. La solución parecía evidente: editémoslo juntos. Para ilustrar el concepto de colección que tenía yo en la cabeza y aprovechando las fotos que había hecho durante el rodaje de El último día, preparé este apresurado boceto que podéis ver aquí abajo a la derecha:

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Es, efectivamente, la foto de arriba reencuadrada y mínimante retocada con Photoshop para hacerla un poco más fría y borrar el enchufe ese que se veía a la derecha. A la izquierda podéis ver la portada original norteamericana, que no me gusta nada pero sí ilustra un poco el concepto que quería reinterpretar: una cubierta sencilla, compuesta únicamente por la imagen, el título de la obra, el autor y una cita con atractivo comercial. Nada de logos ni de marcos, ni de sellos de colección. Mi idea era reproducir un poco ese aire a bestseller americano, para que a los libreros les entraran ganas de colocar nuestros libros entre las novedades de Planeta y… hala, a vender como locos. Por supuesto, como todos los mejores planes, este acabó yéndose rápidamente al traste por culpa de mis manías, una de las cuales es que no me suelen gustar demasiado las portadas realizadas a partir de fotos. No me malinterpretéis: hay algunas portadas fotográficas verdaderamente magníficas, pero sí creo que el uso de la fotografía está excesivamente extendido y que, encima, está copado por el trabajo de agencias como Corbis o Getty, con lo cual además corres el riesgo de que te pasen cosas como esta, esta o esta otra. El caso es que, no sólo por estética sino también, a qué negarlo, para que llamaran un poco más la atención, decidí que uno de los rasgos definitorios de la colección debería ser que todas las portadas fueran ilustradas.

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Mientras tanto, como podéis ver aquí arriba, seguí dándole vueltas y usos a esta otra foto de El último día. En este caso son pruebas para la carátula del DVD, pero las incluyo aquí para veáis el modo en el que intentaba potenciar ideas como la de que las letras «pincharan» el cuello de la protagonista (como en la primera) o la de que dieran un poco una impresión cortante (como en la segunda). Todo esto, evidentemente, como campo de pruebas para cuando llegara el momento de diseñar la portada definitiva de Acero, para la cual ya tenía en mente a un único ilustrador.

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Las dos imágenes que veis aquí arriba son de David Sánchez, ilustrador e historietista y diseñador de las publicaciones de la editorial Errata Naturae (no dejéis de echarle un vistazo a su espectacular El destripador). Para mí, David es uno de esos ilustradores que incluso cuando trabaja desde una referencia fotográfica es capaz de mantener un estilo reconocible y personal. Aparte de eso, me gustan mucho cómo trata el color y el grosor de su trazo. Por eso, una vez comprados los derechos de la novela y tras haber decidido que sí, que íbamos a utilizar mi boceto inicial como punto de partida, supe de inmediato a quién quería encargarle la ilustración. Afortunadamente, a David le interesó el trabajo y rápidamente me envió esta primera imagen que podéis ver abajo a la izquierda.

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Como veis, el (a mi juicio) mayor hallazgo de la portada ya está ahí presente: la mancha de rojo que divide la imagen en dos. Debo reconocer que me sigue gustando mucho el contraste únicamente entre blanco y rojo, pero me daba miedo que fuera excesivamente agresivo para el lector y además quería algún elemento azul que recordara pues, eso, la frialdad del acero y que me sirviera de nexo de unión con un detalle azul que tenía pensado para el lomo. De modo que le pedí a David que coloreara de azul la parte inferior del rostro de la chica y un par de detalles mínimos más (que el rojo no entrara dentro de la boca y cambiar la posición del reflejo en el ojo). Como veis, la portada quedó prácticamente terminada desde el primer dibujo.

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Aun así, yo soy un poco de natural paranoico, y cuando algo me gusta mucho desde el primer momento siempre lo toqueteo un poco, más que nada para ver si la opinión inicial se sostiene o si es únicamente fruto del entusiasmo. Por eso, probé otras combinaciones de colores sobre la misma ilustración para ver de qué manera cambiaba la primera impresión. Aquí arriba podéis ver las tres que hice antes de reafirmarme en que no, no hacía falta cambio alguno y que la combinación rojo-azul-blanco era perfecta y lo suficientemente llamativa como para gritar desde la sección de libros de misterio y terror, donde lo que predominan son los tonos negros. Así pues, una vez decidida la portada, sólo quedaba escoger los elementos gráficos que debían ir en la contraportada y en una de las solapas. Acero es una novela bastante coral, pero el eje que mueve todas las relaciones es el compuesto por Justine, una vampira francesa del siglo XV que vive en el Los Ángeles de mediados de los noventa; su compañero Keith, un antiguo guitarrista de un grupo postpunk que tuvo que abandonar la música después de que unos matones le rompieran los dedos; y David, un antiguo enamorado de Justine convertido al vampirismo por ella que ahora la busca para vengarse. Pensé que sería buena idea reflejar este triunvirato en el diseño de la portada, así que le pedí a David (Sánchez, no el vampiro) que me dibujara una mano con los dedos vendados para la contra (tal y como se describen los de Keith en el libro) y para la solapa un sable ensangrentado, ya que David (el vampiro, no Sánchez) utiliza repetidas veces uno en la novela.

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Aquí arriba tenéis la ilustración definitiva que me hizo David, con los tres elementos ya colocados en su sitio. De toda la cubierta, debo reconocer que casi lo que más me gusta es la mano de la contra. Por momentos me arrepiento de haberla utilizado aquí porque habría sido una portada súper impactante para alguna otra novela, pero eso supondría esperar a encontrar otra en la que el protagonista también llevara los dedos vendados, y no era plan. Aquí abajo os dejo, en fin, el resultado definitivo, ya con todos los textos colocados en su sitio (con el título bien cerca del cuello, como en la primera carátula de El último día), su ISBN, su foto del autor y, bueno, todos esos elementos que indefectiblemente afean la ilustración pero que se imponen como inevitables. ¡La semana que viene os espero aquí para hablar de la portada de A la cara!

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Más sobre Acero, de Todd Grimson
Características: 14 x 21,5 centímetros.
Rústica con solapas. 272 páginas.
ISBN: 978-84-937771-1-1
Precio: 17 €

Dossier en PDF (incluye 15 páginas de adelanto)
Alta resolución (5,1MB): http://www.espop.es/prensa/acero.zip
Baja resolución (616KB): http://www.espop.es/prensa/acero_low.pdf
Portada: http://www.espop.es/prensa/acero_portada.tif

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DiseñoLibros , , 10 comentarios

10 comentarios

  1. Por mi parte te diré que vi la portada en algún blog, que ahora no recuerdo, y me gusto lo bastante como para ir a vuestra pagina para enterarme de que se trataba. Quede muy contento con «el otro Hollywood» y me ha alegrado ver que os aventuráis en la ficción, contad con mi compra de las dos novedades.
    Saludos.

  2. Pues muchísimas gracias por el comentario, Unchained-Azrael, y espero de verdad que te gusten y las disfrutes tanto como El otro Hollywood. ¡Ya nos contarás!
    Saludos

  3. No sabía que el diseño de esta fuese tuyo; felicidades.

  4. Muchas gracias, JMM. ¡En algún momento había que lanzarse!
    Un abrazo.

  5. magnífica portada Oscar!!! Soy Felipe, ex-Madrid Cómics, no se si te acuerdas de mi. Me ha picado la curiosidad con este libro, y tu me recomendaste a Ellroy, así que, no hay que hablar más. Te dejo la página de mi blog de cine y cómics que he creado hace un par de meses y me dices que te parece. Me alegro de reencontrarte por aquí. Un abrazo muy grande y enhorabuena por tu editorial!!!

    Mi blog: http://lahabitacionnumero26.blogspot.com/

  6. ¡Hombre, Felipe, cómo no me voy a acordar! Aunque con esa melenilla que te has dejado lo mismo te veo por la calle y no te reconozco. ;-)
    Gracias por pasarte por aquí y estamos en contacto.
    Un abrazo.

  7. Muy buena la portada y muy ameno el proceso creativo, solo un detalle, el nombre de la novela original es en realidad «inoxidable», no «acero»

  8. Gracias por el apunte, Anónimo, pero en realidad no. Si nos ponemos serios «stainless» no quiere decir inoxidable, sino inmaculado, sin manchas (lo del «stainless steel» es una cosa que no se puede traducir literalmente porque sonaría absurdo en castellano). Y llamar a una novela de vampiros «Inmaculada» iba a quedar aquí en España de un cañí que tira de espaldas (aunque siendo rigurosos, por contexto, el título debería de haber sido ese). Por ese motivo y no por otro preferí llamarla Acero, que a mí parecer da una idea mucho más acertada de lo que es el tono de la novela (cortante y afilado) que cualquiera de las otras dos opciones. Porque sinceramente: ¿tú te comprarías una novela que se llamara «Inoxidable»?
    Aparte de eso, gracias por el comentario y me alegra que te haya gustado la portada.
    Un saludo.

  9. Hola,

    Felicidades por tu blog y editorial que acabo de conocer y de la que pretendo leerme algo en breve, no lo dudes.
    Me ha gustado mucho como has relatado todo el proceso de diseño de la portada, muy interesante; sólo quería dar un poco mi opinión sobre la tipografía, si creo que la elección tipográfica no es la más adecuada, no va muy acorde con el estilo de ilustración, y hace que a efecto de composición pierda un poco, utilizar una fuente de fantasía quita protagonismo a la fantástica ilustración (esto es un ejemplo de lo que digo y este) y a diferencia de un tipo menos ilustrada creo que la gente hace que se canse un poco de ella, como si de primeras puede llevar una buena impresión, con dos o tres miradas se hace un poco pesada.

    Aun así te felicito por tu trabajo, los bocetos, de los que hoy día se hecha una poco falta en el diseño gráfico, te honran como trabajo de diseño, es fundamental para conseguir una buena ilustración.

    Un saludo.

  10. […] vistazo a las entradas en las que Óscar Palmer relata la génesis del envoltorio de ambos libros (Acero, A la cara). Vale, lo que importa está en el interior y cabe la posibilidad (no lo creo sabiendo […]

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