Buscando en los suburbios
Acabo de leer en Creative Review un interesante texto sobre el trabajo realizado por el director de vídeos Vincent Morisset para el nuevo disco de Arcade Fire, The Suburbs. Morisset ya había trabajado con el grupo anteriormente en el vídeo interactivo de «Neon Bible», y en esta ocasión se ha encargado de idear un sistema para que los archivos digitales del álbum resulten interesantes visualmente. Copio y pego:
Morisset ha trabajado con la diseñadora Caroline Robert para crear muestras de arte digital que aparecen mientras el disco va sonando en reproductores de mp3 como el iPod o el iPhone. El trabajo recrea deliberadamente los placeres de las viejas carpetas de vinilo, en las que las letras de los temas aparecían a menudo reproducidas en su totalidad. Cada una de las canciones del disco tiene una imagen individual sobre la cual va apareciendo la letra del tema sincronizada con la voz del cantante al reproducirse en el iPod.
«Win [Butler, el cantante de Arcade Fire], quería crear una versión de las ilustraciones que fuera relevante en el mundo digital», explica Morisset en su página web. «Actualmente, la mayoría de nosotros compra, comparte y escucha la música a través de ordenadores y aparatos portátiles. Resulta absurdo que en 2010 la imagen del álbum siga siendo un único jpg. Me puse a pensar en la relación que tenemos con la carpeta o los insertos de los discos de vinilo mientras escuchamos la música, ojeando las letras, observando una foto del grupo o un dibujo chulo relacionado con una canción mientras la oímos. Eso es algo que hemos perdido con el mp3. Quería hallar un modo de volver a acercarnos a esa experiencia».
Como en el caso de su vídeo para «Neon Bible», parte del éxito de la propuesta es su sencillez. Morisset explica su funcionamiento de la siguiente manera: «Sólo hay que sincronizar una serie de imágenes con momentos específicos de una canción utilizando el formato m4a. Como hacen algunos podcasters, pero con microcapítulos para cada verso de la letra. Además de eso, añadimos vínculos de los de toda la vida que también sincronizamos con los temas. Esto le permitirá al grupo añadir en cualquier momento todo tipo de referencias relacionadas con cada una de las canciones. Su intención es ir actualizando dichos vínculos ocasionalmente».
La presentación caligráfica de las letras sobre la pantalla combinan a la perfección con el diseño del disco realizado por Caroline Robert, que incluye fotografías de Gabriel Jones tomadas en los suburbios de Houston.
Esta copia digital con añadidos visuales es un extra que acompaña a la compra de cualquiera de las versiones del álbum (digital, CD o vinilo) en la web del grupo, pero ignoro si también puede descargarse con algún tipo de vale incluido en las copias físicas que lleguen a las tiendas de discos (que sería lo suyo).
El caso es que, aunque no tenga nada que ver con los libros, la noticia me ha parecido relevante en relación a lo que indicaban amigos como Soulnow y Carlos Andrés en los comentarios a la anterior entrada, respecto a la necesidad de desarrollar valores añadidos y elementos gráficos propios del libro electrónico, para que la cosa no se quede en un mero trasunto digital de algo que en realidad resulta inimitable: el libro como objeto físico. Quizá en vez de seguir ideando sistemas que intenten reproducir con mayor o menor fortuna la sensación de leer un libro, lo que habría que hacer es explorar las posibilidades que ofrece el nuevo formato y crear soluciones a su medida. En resumen: que el libro electrónico no se limite a ser una simulación de otra cosa sino que adquiera entidad propia y aproveche las herramientas que le son inherentes. La idea de Arcade Fire me parece un buen ejemplo de esto último, puesto que aprovecha las posibilidades del m4a para crear algo más complejo e interesante que la simple copia digital de un disco. Lo cual me lleva a pensar que quizá los desarrolladores de libros electrónicos harían mejor fijándose menos en los libros de toda la vida y más en lo que se está haciendo en otros campos (arte digital, HTML5, videojuegos, etcétera). Vamos, que el formato dé forma al contenido, no al revés, como está sucediendo ahora. Y con esto prometo dejar el tema del libro digital por una temporada.
Aprovecho en cualquier caso para aplicarme el consejo de seguir buscando nuevas soluciones más allá de los límites de tu especialidad (en los suburbios, podríamos decir) para pegar aquí otro reciente descubrimiento realizado a través de Creative Review. Se trata de Music Philosophy, un proyecto del diseñador Mico Toledo consistente en crear todas las semanas un póster a partir del estribillo de una canción, sirviéndose de un número mínimo de elementos, principalmente tipográficos. Echadles un vistazo que de verdad merecen la pena. ¡No me diréis que no funcionarían estupendamente como portadas de libros!
Una idea interesante (que me recuerda al invento de Apple «iTunes LP») a priori aunque no se hasta que punto la gente acabará disfrutando de ella ya que, por lo general, delante de un ordenador la música se pone de fondo mientras se hacen otras cosas.
Y ya que sale el debate de los libros electrónicos ¿conoces la versión para iPad que ha sacado la revista Wired? Espectacular, por aquí deben ir los tiros:
http://www.youtube.com/watch?v=zBIitccr7bw&feature=player_embedded