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El blog de Espop Ediciones

viernes 26 de noviembre de 2010

Esto es lo que sé de Slash

Hay que reconocer que en parte me está viniendo bien que la publicación de la autobiografía de Slash haya coincidido precisamente con la gira de promoción de su nuevo (y también homónimo) disco. Hacía mucho tiempo que el de la chistera no estaba tan presente en los medios como en estos últimos meses, y aunque en la mayoría de sus intervenciones ni siquiera menciona el libro, en ocasiones encuentro cosas que me pueden resultar muy útiles como material promocional. Una de ellas es esta entrevista realizada por Shahesta Shaitly para el semanario británico The Observer, publicada el domingo pasado en la sección This Much I Know («Esto es lo que sé»), cuya principal característica es la de reproducir únicamente las respuestas del entrevistado en plan confesional. No deja de resultarme curioso que aunque sólo sea mediante unas cuantas pinceladas superficiales, el texto acaba revelando más sobre la vida y la persona de Slash en poco más de un folio que toda la patética entrevista que le hizo Buenafuente hace un par de semanas (de una sosería y una banalidad francamente imperdonables, máxime teniendo en cuenta que desde la redacción del programa se habían puesto previamente en contacto con nosotros para solicitarnos un ejemplar de la biografía, supuestamente para poder preparar a fondo la entrevista, o sea que no sería por falta de documentación). Pero bueno, tampoco era de eso de lo que quería hablaros hoy. Así que vamos a lo que vamos y aquí os dejo traducido, respetando su formato original, el «Esto es lo que sé» de Slash.

Las guitarras son el objeto más molón y sexy que existe. Me sentí sobrecogido la primera vez que junté tres notas seguidas y sonaron tal como debían sonar.

Toqué fondo de 1996 a 2001. Dejé Guns N’ Roses y mi alcoholismo alcanzó su cota máxima. Tenía 35 años y me tuvieron que instalar un defibrilador en el corazón.

Dejé la bebida y las drogas hace cinco años. Solía ser heroinómano. Hasta entonces, si tomaba drogas no bebía demasiado, y si le daba a la bebida no me drogaba en exceso. Siempre era o una cosa o la otra.

La gente tiende a pensar que era un borracho embrutecido, lo cual probablemente fuera cierto en algún momento. Pero incluso en los tiempos en los que me iba la marcha rehuía a la gente y prefería estar solo. Éramos yo y mis demonios.

Hace año y medio que no fumo un cigarrillo.

Me crié en Stoke-on-Trent. Nos mudamos a Los Ángeles cuando tenía cinco años. Mis recuerdos de Stoke son agradables: mi tía y mi abuela preparando  pasteles de manzana y mi abuelo comportándose como un anticuado jefe de bomberos. Lo que más eché de menos cuando dejé Gran Bretaña fue que en L.A. no había lollipop ladies [controladoras de paso cebra].

Slash con la primera encarnación de Snakepit. Foto: Alison Dyer.

No sé qué sentimiento me produce lo «americano», pero desde luego siento afinidad por lo británico. Me siento más cómodo en una habitación llena de gente si hay un británico en ella.

Al haber crecido rodeado de famosos, a menudo me preguntaba qué se sentiría siendo uno, pero cuando me llegó el turno no tuvo nada de especial.

Le tengo fobia a sacar el brazo por la ventanilla del coche mientras conduzco. Imagino que tendrá algo que ver con que toco la guitarra y necesito el brazo.

La telerrealidad es un signo del fin de la civilización occidental tal como la conocemos. Ya no queda ningún misterio en nada.

Todo el mundo me hace preguntas acerca de qué pasó con Axl y me veo obligado a encontrar respuestas, pero en realidad no hay mucho que decir.

No soy una persona emotiva. Supongo que es uno de mis defectos. La última vez que lloré fue probablemente cuando murió mi madre.

Las groupies han cambiado. En los 70 sólo querían sexo. En los 80 querían estar cerca de alguien rico. De las groupies de los 90 no puedo contaros nada porque no me acuerdo. Ahora son o muy inocentes o acosadoras de las que dan miedo.

Soy un adicto a los programas de cocina. No tengo paciencia para cocinar, pero sé todo lo que se puede saber al respecto.

Trabajar con Michael Jackson fue estupendo. No era un dictador ni uno de esos gilipollas idiosincrásicos que se creen con derecho a comportarse como gilipollas porque son geniales. Michael era la encarnación de la música.

Creo en algo superior a sí mismo. No tiene que ver con dios.

Haber tenido hijos sigue cambiándome. Soy un eterno adolescente, así que tener a mis dos hijos es como estar acompañado de un par de colegas.

Mi mayor logro es haber seguido con vida todo este tiempo en la industria de la música… o quizá sencillamente haber seguido con vida, punto.

Slash cuando acostumbraba a destrozar furgonetas de alquiler. Si has leído la autobiografía,
ya sabes de qué va la vaina. Foto: Robert John.

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7 comentarios

  1. Lo de Buenafuente sí fue una afrenta y no lo del Papa. Supongo que sus guionistas prefirieron jugar al «Guitar Hero 3» antes que leerse el libro, y, claro, así les salió el cuestionario… Aunque también es verdad que a Slash le falta un hervor como entrevistado (qué soso es el tío!).

  2. Anoche precisamente leía el capítulo en el que explica lo de las furgonetas y eché a faltar la foto, es tremenda :D

    Lo de Buenafuente fue terrible sí, sobretodo disponiendo de la bio para preparar una entrevista en condiciones, y más con un tío como Slash que no se corta en hablar de nada. Estos presentadores están más pendientes de no ser eclipsados por sus invitados que de hacer entrevistas en condiciones…Una lástima.

    Y como es que no hicieron alusión a la publicación en español del libro?

  3. La gente espera que una estrella, del tipo que sea (jugador de baloncesto, cantante, saltador de pértiga o guitarrista), hable en una entrevista y les ilumine con sus palabras. Como Forrest Gump cuando corría. No. Slash debe ser un tipo normal, con la salvedad de que toca la guitarra excepcionalmente bien. Es lo que hace, y de lo que vive. No tiene por qué darte más, señor del comentario nº1. No esperes que te ilumine el camino, ni siquiera esperes que te enseñe a tocar la guitarra. Aprende tú solo chaval, que para eso tienes dedos. Por lo demás, encuentro que sí, contesta a algunas preguntas con cierto ingenio. A lo mejor, a) deberías leerte la entrevista otra vez, o b) ni siquiera así acabarías de encontrarle el punto, en cuyo caso, al que debe de faltarle algún hervor no es a Slash, sino, lamentablemente, a ti mismo (o es una simple cuestión de comprensión verbal, quizá).

  4. Hay que ver que cuando se ataca a un ídolo de masas siempre asoma la cabeza un fan ofendido… Tranquilo, Bala Perdida, no te lo tomes tan a pecho; ¡ni que me hubiera metido con tu madre! Además, creo que Slash necesita tan poco que le defiendas como yo necesito tomar clases de guitarra (¿de dónde cojones sacas que yo quiera tocar la guitarra, listillo?).

    Cuando dije que a Slash le faltaba un hervor, me refería a su actitud un tanto apática durante la entrevista con Buenafuente, no a la que ha traducido y transcrito Óscar. Hoy mismo he visto el video de esta otra entrevista (http://www.rollingstone.es/videos/view/video-rs-slash-me-importa-una-puta-mierda-guns-n-roses) y ahí, al igual que en la que le hizo David Letterman, sí se muestra más comunicativo. No digo que el entrevistado tenga que hacer el trabajo del entrevistador, pero la intervención de Slash en el programa de Buenafuente fue bastante desganada.

    Ah, y la próxima vez: a) no saques conclusiones equivocadas de los comentarios de otras personas; y b) ejercita tu comprensión lectora analizando un texto de Quevedo (¡vaya! ¿que no sabes quién es Quevedo?)

    PD: perdona Óscar por convertir tu blog en un patio de recreo.

  5. Estoy acabando el libro (me faltan unas 40 páginas). Lo que dice en él sobre su vida (¿Quién ha tenido en casa a David Bowie cuando era crío?), sobre su música (tremendo como explica los subidones en los conciertos y muy ilustrativos los procesos creativos) y sobre el resto de famosos me parece muy interesante. Nada de eso se ve en la entrevista de Buenafuente. Por favor, si ni siquiera hablan de Marta Sánchez, la Madonna española.
    Incluso Buenafuente se sorprende cuando le dice que su mujer es cubana. Es decir, sólo utilizaron el libro para enseñar la foto de la intervención de Slash en el concierto de Soundgarden.
    La pregunta es ¿Esperaba más la gente que estaba viendo la entrevista? ¿Esperaba que se hablara de drogas, de Axl y de la industria de la música?

  6. «Sólo utilizaron el libro para enseñar la foto de la intervención de Slash en el concierto de Soundgarden».

    ¡Ni eso! La foto se la bajaron de una web de noticias de música, que a su vez la había sacado de mi tumblr. ¡Ya ves tú! En cuanto a lo que esperaba la gente, a juzgar por la expectación que se había creado en foros y en twitter, yo imagino que como poco sí esperábamos (y aquí me incluyo como fan) que hablara un poco de Guns y sobre todo de Velvet Revolver. ¡Joer, que siguen sin cantante!

  7. Hola. Yo también he hecho una crítica en mi blog, por si a alguien le pueda interesar. Creo que coincidimos bastante. http://elladooscurodelaluna.com/2011/11/15/las-memorias-de-slash-otra-mas/

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